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Opinión

Alemania es una república vasalla. Oskar Lafontaine **

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El reputado reportero estadounidense Seymour Hersh ha investigado y confirmado que Estados Unidos está detrás del atentado terrorista contra los gasoductos Nord Stream. Esto no sorprende a nadie que sepa contar hasta tres…

_El reputado reportero estadounidense Seymour Hersh ha investigado y confirmado que Estados Unidos está detrás del atentado terrorista contra los gasoductos Nord Stream. Esto no sorprende a nadie que sepa contar hasta tres. Al fin y al cabo, el propio presidente estadounidense Biden anunció la destrucción del gasoducto en presencia del canciller alemán, Olaf Scholz.

 

 

Lo único destacable es la patética reacción de la opinión pública alemana. La destrucción de las infraestructuras en Ucrania por parte del ejército ruso provocó, con razón, una gran indignación en la política y en los medios de comunicación. Estos criminales de guerra deben ser llevados ante la Corte Penal Internacional o ante un tribunal especial. Es vergonzoso que Alemania, junto con sus aliados, hiciera lo mismo en la guerra de Yugoslavia. ¿Por qué nadie exigió que estos criminales fueran llevados ante un tribunal? 

 

 

Ahora se ha vuelto a confirmar: nuestro aliado más importante ha llevado a cabo un ataque terrorista contra nuestra infraestructura. Pero los cobardes de la política y los medios de comunicación se escabullen y callan. Somos una república vasalla cuyos principales representantes son incompetentes y tienen demasiado miedo para representar los intereses de su propio pueblo. Alemania necesita energía barata, pero Estados Unidos quiere vender su contaminante gas de fracking a precios altos en Alemania y Europa. El vasallo alemán obedece y calla, dejándose arrastrar cada vez más en la guerra de Estados Unidos con Rusia.

 

Y las llamadas élites de la política y los medios de comunicación no tienen moral: Alemania nunca debería suministrar armas que matan a personas en países donde millones ya han sido asesinados por la guerra de exterminio de Hitler. Y antes o después, tras el sabotaje estadounidense de las infraestructuras alemanas, el gobierno alemán debería sacar tarjeta roja a Washington. Tal vez algún día nos demos cuenta: los que no se respetan a sí mismos, los que pierden el respeto por sí mismos, serán despreciados.

 

** Oskar Lafontaine es un político y exministro alemán. Presidente del SPD. Candidato a canciller por dicho partido en 1990. En septiembre de 1998 fue nombrado Ministro de Finanzas en el primer gobierno de Gerhard Schröder. El 11 de marzo de 1999 renunció a todos sus cargos gubernamentales y de partido, posicionándose en contra de las políticas neoliberales del nuevo gobierno.

 

Desde entonces fue una de las voces más críticas por la izquierda dentro del SPD contra las reformas antisociales (jornada laboral, seguro de desempleosanidad y otros derechos de los trabajadores) efectuadas por el gobierno de Schröder. El 24 de mayo de 2005 anunció públicamente que abandonaba el Partido Socialdemócrata tras casi cuatro décadas de militancia. Fundador de Die Linke (La Izquierda) fue portavoz de su grupo parlamentario hasta que un cáncer lo alejó de la política. Antes había sido alcalde de Saarbrücken entre 1974 y 1985. Tras ganar los comicios regionales de 1985, fue ministro-presidente del Estado federal del Sarre, una de las zonas más industrializadas del Oeste de Alemania. Ocuparía este cargo hasta 1998.

 

 

 

 

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