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Opinión

Opinión. Menos aplausos y más cabeza

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"El coronavirus nos ha pillado en pelotas. No podemos ni garantizar la seguridad de nuestros sanitarios. Se están jugando el tipo, su integridad física. Por eso está muy bien que se les apoye, que se les aplauda"…

_Según la OMS las camas de los hospitales para agudos y cuidados intensivos en Italia se redujo a la mitad en los últimos 25 años. De 575 a 275 camas por cada 100.000 habitantes. Hoy día están muriendo enfermos en Italia, por falta de asistencia, al no poder ofrecer los cuidados intensivos pertinentes. En España, hoy lo escuché en la SER, está pasando igual en algunos hospitales.

 

 

Los últimos diez años de recortes en la sanidad pública han supuesto la pérdida de camas hospitalarias, médicos y enfermeras, servicios complementarios, adquisición de todo tipo de materiales (entre ellos los que protegerían a los sanitarios de los contagios), disminuyó la investigación y a inversión en materia sanitaria. Eso sí, aumentó el negocio y el beneficio sanitario privado,  aumentaron las ganancias de las aseguradoras y de los laboratorios transnacionales.

 

Las condiciones laborales del personal sanitario público empeoraron,  aunque las del personal sanitario privado son peores todavía. Las mareas blancas nacieron a consecuencia de esta situación.

 

 

El coronavirus nos ha pillado en pelotas. No podemos ni garantizar la seguridad de nuestros sanitarios. Se están jugando el tipo, su integridad física. Por eso está muy bien que se les apoye, que se les aplauda.

 

Pero estaría mucho mejor que no tuvieran que ser héroes, que no tuvieran que poner sus vidas en peligro. Mejor que el pueblo soberano aplaudiera menos y reflexionara más sobre lo que nos conviene.

 

 

Porque es el pueblo soberano el que vota a personas y partidos en cuyo programa figuran los recortes y  la privatización de la sanidad pública. Un ejemplo paradigmático es el caso de Madrid en manos de la marquesa Esperanza Aguirre y sus corruptos.

 

Así que lo dicho: menos aplausos y más cabeza.

 

Diderot

 

 

 

 

 

 

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