El Delegado de Deportes de Morón demuestra ser un inútil: promociona el “bonito deporte” del Futbol Sala y consigue lo contrario

Rodri ha conseguido en pocos años reducir la práctica del futsal a su más ínfima expresión…

_Rodri ha conseguido en pocos años reducir la práctica del futsal a su más ínfima expresión.

Era vox-populi que el fútbol sala le estorbaba a Rodri antes de que iniciara su andadura como Delegado de Deportes en el Ayuntamiento de Morón, allá por el año 2011. Sobre todo le estorbaba que se jugara en la Alameda. Y por eso él y algunos compinches suyos  no pararon hasta conseguir que el Pabellón Municipal de la Alameda sólo fuera utilizado por la entidad CB Morón, de la que es – o fue-  directivo.

A medida que han pasado los años ha ido poniendo obstáculos a una práctica deportiva que congregaba hace no tanto  a más de 400 adultos cada fin de semana.  Comenzó cobrando por el alquiler de las pistas, privatizó la parte arbitral de la liga garantizándole el negocio a sus amigos, expulsó de la Alameda a los que practicaban este deporte, subió los precios del campeonato anual, se cargó la liga de verano, etc…

Por eso, de 33 equipos que había a principios de 2010 hoy solo quedan 17, que este año se configuran en solo dos divisiones que arrancan este fin de semana en el polideportivo Blas Infante del Rancho, si bien, en próximas jornadas también se disputarán partidos en el Colegio Salesianos.

Y por eso chirría que la Delegación de Deportes, en una nota de prensa propagandística, diga que su “principal objetivo” sea  “que los jugadores puedan practicar su deporte preferido en las mejores condiciones posibles”, o que el propio Delegado salga diciendo que “este año se han introducido algunas novedades para incentivar y promocionar la práctica de este bonito deporte en nuestra ciudad”. Cualquiera que practique este deporte en Morón sabe que los jugadores no pueden practicar su deporte preferido en las mejores condiciones y que bajar de 260 a 240 euros la inscripción de la liga no es incentivar y promocionar la práctica de este “bonito deporte”.

Señor Rodríguez, el personal no tiene donde jugar a este deporte precisamente gracias a usted. Y si en realidad este año lo que ha querido usted es promocionar “este bonito deporte” queda demostrado lo que muchos sospechábamos: usted es un inútil.