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Mario Bunge, el legado de un científico materialista

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El pasado 24 de febrero moría en Montreal, donde se exilió en el año 1966, Mario Bunge (1919-2020), físico, filósofo de la ciencia y uno de los más lúcidos teóricos del materialismo del último siglo…

_El pasado 24 de febrero moría en Montreal, donde se exilió en el año 1966, Mario Bunge (1919-2020), físico, filósofo de la ciencia y uno de los más lúcidos teóricos del materialismo del último siglo, que hizo del materialismo el fundamento ontológico de la ciencia.

 

 

Doctor en física y matemáticas por la Universidad Nacional de La Plata en el año 1952, en el año 1956 inició su andadura universitaria como profesor de física teórica en la Universidad de Buenos Aires, donde impartió filosofía desde el año 1957.

 

Su materialismo científico se caracteriza, en primer lugar, por el monismo ontológico, abiertamente antidualista, antiidealista y antiespiritualista, al considerar que la materia es el único elemento constituyente del universo y al afirmar la unidad ontológica del cuerpo y del ‘espíritu’; en segundo lugar, por el inmanentismo, que afirma que la materia no fue creada -en este sentido, también es anticreacionista-, y posee los recursos suficientes para transformarse, por lo que se trata de un materialismo evolucionista, aunque no dialéctico, al considerar que la dialéctica es confusa, incluso falsa, y una necesidad  ontológica del idealismo, pero no necesariamente del materialismo; y, en tercer lugar, por el realismo, que entiende que la materia existe independientemente de la representación que nos hagamos de ella.

 

La busca de la verdad y el método científico

 

 

Consecuentemente con estos postulados fundamentales en su obra y con su propia formación científica, Bunge considera que el método científico, que es un procedimiento que tiene por objetivo producir conocimiento objetivo libre de la influencia de los prejuicios y de las creencias subjetivas a partir de la observación sistemática de los hechos y de su análisis mediante su medición, cuantificación…, es la única vía de acceso al conocimiento de la verdad.

 

 

La denuncia de las pseudociencias

 

En consecuencia con esta posición científico-filosófica, Bunge denunció numerosas veces las pseudociencias, que considera la expresión moderna del pensamiento mágico. Así, en el libro Las pseudociencias, ¡vaya timo! (Laetoli, 2010) incluye la ortodoxia económica neoliberal, que a pesar de sus errores predictivos reiterados “sustenta las políticas económicas de los gobiernos conservadores y reaccionarios, que son enemigos del bienestar de la gente común”; la sociobiología y otras teorías biológicas  reduccionistas, como el gen egoísta defendido por Richard Dawkins o la teoría  computacional de la mente defendida por Steve Pinker; el psicoanálisis, puesto que “viola la ontología y la metodología de toda ciencia genuina”; el conjunto de medicinas tradicionales, como la acupuntura -que no pasa de ser un placebo mecánico-, y las medicinas alternativas, como la homeopatía o la naturopatía, que parten de premisas no científicas para la elaboración de sus productos; el creacionismo científico, en tanto que discurso con apariencia de ciencia que no pretende otra cosa que probar una creencia religiosa y algunas otras pseudociencias que no enunciamos por cuestión de espacio y economía de esfuerzos.

 

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