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Entrevistas

Entrevista a Rosi Clavijo, una de las gerentes del bar ZU POQUITO

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Rosi Clavijo es una mujer relativamente joven –tiene unos 50 años-, muy trabajadora y amante del deporte.  Desde hace  poco regenta el Bar ZU POQUITO en el Polígono Industrial Los Perales…

_Rosi Clavijo es una mujer relativamente joven –tiene unos 50 años-, muy trabajadora y amante del deporte.  Desde hace  poco regenta el Bar ZU POQUITO en el Polígono Industrial Los Perales, más abajo del actual Servicio Andaluz de Empleo (antes INEM) junto con su amigo y socio David García, entrenador del grupo de mujeres llamadas Verticaleras a quien conoció precisamente cuando empezó a correr y a hacer deporte, algo que, según nos reconoce, “le cambió la vida”.

 

 

UN POQUITO DE LA VIDA DE ROSI

 

Pero antes de saber más sobre ZU POQUITO, le pedimos a Rosi que nos cuente  un poco de su vida. Así sabemos que  desde pequeña se crio en Morón con sus abuelos maternos, que hicieron de padres.  Sus padres la tuvieron muy jóvenes y  eran de aquellos moronenses que se vieron obligados a emigrar y pasar largas temporadas de trabajo en Palma para salir adelante, por lo que solo podían estar con ella en las épocas de descanso. Rosi estudió en el Luis Hernández, actual Llanete. Nos comenta que le gustaba mucho el colegio y siempre quería ser la número uno de clase. Lamenta que no la dejaran continuar sus estudios porque su abuela tenía “unos pensamientos más antiguos” y creía que no servían para mucho.

 

Así las cosas, empezó a trabajar desde los 14 años. Trabajó muchos años en una cooperativa de costuras,  también trabajó cara al público en la tienda de ropa Rolán y en Gajisa (Mesa y Mantel), en el campo, como encargada de Polvillo, también en Parrilla,  en el congelado de Palomo y Rodríguez… En fin, una currante incansable.

 

 

Se enamoró con 16 años y pronto, con 18, tuvo a su primer hijo. En 2017 a su marido le detectan un cáncer de páncreas que acaba faltamente con su vida en solo un año. Ella lo acompaña en ese último año y solo en ese espacio de tiempo deja de trabajar, lo que habla del carácter de esta incansable mujer.

 

Después de aquello, fue su hermana la que le habló sobre la creación de un grupo en redes para salir a correr. Así conoció a su actual socio, David, que fue quién impulsó el grupo hoy llamado Verticales. Rosi lo tiene claro,  desde el primer entrenamiento se enganchó al deporte, le cambió la vida. Además conectó de una manera muy especial con las primeras mujeres que iniciaron el grupo y hasta hoy mantienen la amistad. No en vano, la mayoría de las Verticaleras son clientas habituales de ZU POQUITO, un bar que en poco tiempo ya tiene fama por su buenos desayunos y almuerzos, así como por el trato de dispensan.

 

EL NACIMIENTO DE “ZU POQUITO”

 

Tras haber trabajado con los anteriores dueños del bar que ahora regenta y después de enterarse de su cierre, Rosi quiso dar el paso para llevar su propio negocio, pero no se atrevía. Finalmente, junto a su socio David y otro amigo más –este último tuvo que dejar el proyecto por falta de tiempo- echaron a andar. Desde entonces no paran de ir clientes al ZU POQUITO.

 

Nos sorprende la cantidad de personal que hay contratada en ZU POQUITO, que van desde los 7 en invierno a los 10 o 12 trabajadores en verano.  Aclara que ellos son de los que piensan que los trabajadores tienen que estar con todos sus derechos. “Somos de los que pensamos que queremos tener la gente como tiene que estar, y si tú tienes mucha afluencia de gente tú tienes que meter a gente para atenderlas en condiciones, no puedes tener una mesa esperando para comer 3 horas”. “David es de una manera de pensar que si tenemos mucha clientela tenemos que tener mucha gente trabajando para tener buen servicio”.

 

 

ZU POQUITO ofrece desayunos y almuerzos,  y con el regreso del buen tiempo,  también han regresado las cenas. “A mediados de mayo empezaremos a abrir por la noche, ya que empieza el tiempo bueno, los caracoles, etc…” .  

 

Como ven, ZU POQUITO es el lugar perfecto para estar en buena compañía.

 

UNA ÚNICA COSA PIDE ROSI PARA MEJORAR ZU POQUITO

 

Pero hay una cosa que Rosi que quiere mejorar. Antes de acabar nuestro encuentro nos explica que está solicitando poder utilizar la acera de enfrente  de su negocio para poner las mesas. Es una zona  donde, dada la cercanía a césped, se está muy fresquito y pueden dar un mejor servicio a sus clientes.  El problema es que desde el Ayuntamiento se lo están impidiendo alegando que tener que cruzar la calle para atender puede ser peligroso para los trabajadores, una excusa que no convence a nuestra entrevistada. Solo hay que echar un vistazo a algunos bares de Morón -no diremos nombres-  para comprobar como a algunos de ellos se les permite tener mesas en otros acerados o aparcamientos situados frente al negocio.

 

“Esto lo tengo que conseguir como sea, a mi cuando se me mete una cosa en la cabeza, y además cuando creo llevar razón, no me doy por vencida tan fácilmente”, nos dice.

 

Y no nos cabe la mínima duda de que lo conseguirá tras haber charlado un rato  con Rosi, una mujer que ha demostrado ser una trabajadora incansable, luchadora como ella sola e inconformista como ninguna,  ingredientes todos que pone en ZU POQUITO y que son, sin duda,  clave de su éxito.

 

 

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