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Entrevistas

Entrevista a Isamar Cabeza, autora del libro “Mujeres extraordinarias de nuestra Historia Universal”

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Tras la presentación este pasado miércoles, en la Biblioteca Pública Cristóbal Bermúdez, del libro “Mujeres extraordinarias de nuestra Historia Universal”, hemos querido saber más sobre el escrito y su autora, Isamar Cabeza

_Tras la presentación este pasado miércoles, en la Biblioteca Pública Cristóbal Bermúdez, del libro “Mujeres extraordinarias de nuestra Historia Universal”, hemos querido saber más sobre el escrito y su autora, Isamar Cabeza,  que ya prepara nuevos proyectos.

 

¿Qué te sientes más, poeta, novelista, articulista, dramaturga, o te dedicas a todo ello con igual intensidad?

 

Isamar Cabeza: La intensidad es la misma en todo lo que hago. Es cierto que fluyo más en poesía, me da más libertad para expresarme, soy más yo. Si tuviera que etiquetarme, cosa que no me gusta nada, lo haría como poetisa. Creo que mi verdadera esencia conjuga perfectamente con la expresión poética, aunque también me gusta la prosa y cuando de filosofar se trata, que lo suelo hacer mucho en mis reseñas a obras de otros autores o en mis artículos de opinión, la prosa se presta muy bien.

 

 

El primer libro tuyo publicado fue “La isla violeta”. Esta novela trata de las cuestiones de género desde un punto de vista doloroso: el de una asociación que trabaja con mujeres maltratadas. Era un tema del que se hablaba con frecuencia, pero no había referencias literarias al respecto.

 

 

Tu libro era innovador y en estos últimos años la percepción social del feminismo está mejorando, que antes había más confusión acerca del concepto, pero que ya la gran mayoría entiende el feminismo como la reivindicación de la igualdad de derechos. ¿Cómo ves tú todo esto?

 

Isamar Cabeza: Es un tema delicado y peliagudo de tratar. Cuando yo hice “La isla violeta” no pensé en la repercusión que pudiera tener, solo necesitaba descargar toda la información que había ido acumulando a lo largo de los años que estuve trabajando con la asociación de mujeres Nerea. Era tanta la información que tenía y me dolía tanto, que el escribirla fue una verdadera catarsis para mí. Lo encontraba necesario y justo; necesario porque me liberaba y me aliviaba a la vez y justo, porque suponía hacer visibles esas historias que narro en la novela para que el lector se pusiera en los zapatos de las protagonistas y vieran la vida desde otro punto de vista. La vida de una mujer maltratada no es una vida agradable y creo, sinceramente, que se huye siquiera de pensar estar en esa situación. A veces, aunque sea inconscientemente, desplazamos la mirada para no ver una situación dolorosa a la que no queremos enfrentarnos, pero por no mirarla no desaparece, sigue ahí. En cuanto al movimiento feminista, creo que existe mucha confusión. Exigir los mismos derechos no es nada nuevo, se hace desde épocas remotas y desde todas las culturas, ya sor Juana Inés de la Cruz (siglo XVII) lo reclamaba en sus versos y su comportamiento fue coherente con sus actos, pues prefirió hacerse monja para poder dedicar la vida al estudio y las letras (ya que de otra manera no hubiera podido) que someterse a una vida que de esposa y madre en la cual no tendría oportunidad de desarrollar su talento. En mi humilde opinión, existen dos bandos, un enfrentamiento abierto que lejos de resolver nos aleja aún más y así no resolveremos el problema. La cuestión es que, en lugar de escuchar al otro con calma, se toma todo de manera personal y se reacciona con violencia y esa nunca es la actitud para encontrar soluciones. Por tanto, pienso que hace falta educar en la igualdad tanto a la juventud como a los adultos (aunque esto lo veo más complicado) y comprender de una vez que solo se exige tener las mismas oportunidades, pero desde la paz y el entendimiento, como seres humanos sin género, porque si tocamos ese aspecto daría para hablar muchísimo más.

 

Siempre estás metida en algún proyecto vivo. Tienes un pequeño apartado semanal en Radio Morón para recomendar libros, publicas mensualmente la biografía de alguna mujer ilustre en la revista online “Balcones literarios”, publicas artículos en la revista literaria Acalanda, apareces con frecuencia en debates entre escritoras online… ¿De dónde sale tanta energía? ¿Es ideológica, es vital?

 

Isamar Cabeza: Eso mismo me pregunto yo de dónde me nace tanta energía. En verdad, sí que lo sé, me muevo por pasión, yo sin las letras no soy nada. Es vital, en el sentido de que yo soy así en todos los aspectos de mi vida, no soy de medias tintas, lo que hago lo hago con plena conciencia y con toda mi dedicación o no lo hago. Pero también es ideológica porque me doy cuenta de que las injusticias me mueven y mucho. Cuando redacto un artículo sobre mujeres es mi deseo de justicia con ellas el que me impulsa a hacerlo, pues encuentro de lo más necesario que se les de su reconocimiento a nivel social. Esa tarea la llevo haciendo desde hace muchos años, me siento bien haciéndola. Por otra parte, la cultura también me preocupa, es un tema prioritario en mi día a día. El tema de la educación es primordial en la sociedad, no podemos prescindir de eso, el ser humano debe educarse principalmente para poder pensar por sí mismo. La cultura crea librepensadores y eso puede no interesar a ciertos sectores, pero yo como mujer de letras voy a abogar siempre por la educación como prioridad. A colación con este tema, me viene a la cabeza una cita de Concepción Arenal (pionera del feminismo, por cierto) la cual dice: “Abrid escuelas y se cerrarán cárceles”.

 

Ya con esto creo que queda todo dicho.

 

¿Te consideras una persona optimista y por eso no dejas de moverte, o es una cuestión de supervivencia que te exige tu identidad?

 

Isamar Cabeza: Pienso que más que optimista soy ilusa y utópica, porque independientemente de las circunstancias externas que me rodeen no dejo de soñar ni de imaginar otra realidad mejor. Tengo mis momentos bajos, por supuesto, pero siempre encuentro fuerzas para remontar, no sé si porque mi carácter es así o porque mis vivencias me han hecho ser una luchadora nata. 

 

Rescatas continuamente biografías realmente apasionantes acerca de escritoras algunas de las cuales parecen haber caído intencionadamente en el olvido (por decisión ajena a ellas). Ya lo hacías para algunas publicaciones digitales, lo has hecho para “Balcones literarios” desde su nacimiento, y ahora ha aparecido tu libro “Mujeres extraordinarias de nuestra historia universal”.

 

¿Crees que hay suficiente documentación asequible para quien, como tú, esté interesado en reivindicar esas voces femeninas tan frecuentemente tapadas por la voz del patriarcado, o temes que pueda haber desaparecido mucha información al respecto? ¿Podremos llegar a conocer a todas las que estuvieron ahí?

 

Isamar Cabeza: Con respecto a la primera pregunta, creo que no existe toda la documentación o los datos que nos puedan acercar a estas mujeres de manera más detallada y estoy convencida de que en muchos casos han sido borrados del mapa intencionadamente. No interesaba lo que ellas aportaban, alentaban a pensar, a tomar decisiones que repercutirían a nivel doméstico y eso no convenía, así de simple y claro lo veo yo.  Cuando María de Zayas (escritora del Siglo de Oro) escribió sus obras y creó esos personajes femeninos tan atípicos para la época debió de ser toda una revolución. La desventaja para ella fue nacer mujer y no ser tomada tan en cuenta como lo fueron sus compañeros de letras, caso de Lope o Cervantes, y que la gran mayoría de mujeres eran analfabetas y no tuvieron oportunidad de leerle, si no hubiera marcado un antes y un después como lo hizo Simone de Beauvoir, a mi parecer. En mi libro solo muestro a algunas de ellas, un botón de muestra de todas las que podemos encontrar información, pero me temo que no están todas las que han sido importantes y de alguna manera han contribuido con su talento y su aportación. No creo, en definitiva, que podamos conocerlas a todas.

 

Un detalle que no pasa desapercibido a los que te conocemos es que con frecuencia tus textos aparecen acompañados por ilustraciones de Yeraida, tu hija. Así ocurre con tus artículos para “Balcones literarios” o tu último libro sobre Mujeres de la historia universal. ¿Cómo nos describes esa simbiosis artística, esa camaradería? ¿Qué sientes al respecto?

 

Isamar Cabeza: Entre Yeraida y yo existe una compenetración muy especial. No somos solo madre e hija, nuestra relación va más allá, tanto que ambas nos conocemos y sabemos de las necesidades de la otra casi sin hablarlo. Sus ilustraciones me transmiten, son muy expresivas, consiguen captar en pocas líneas la esencia de la persona que ilustra. Son ilustraciones sencillas, casi minimalistas, pero cargadas de emociones. Me siento muy orgullosa, como es obvio, está pudiendo dar rienda suelta a su creatividad mediante el dibujo, que es una afición que ya desde los tres años la viene desarrollando. Me siento satisfecha porque, aunque ella tiene otros dones a los que podría dedicarse como es el canto, el doblaje o la interpretación, dedicarse a una profesión que le gusta y en la cual puede liberar parte de esa creatividad que le caracteriza es toda una bendición.

 

A nivel personal, sabemos que llevas unos años viviendo en Sevilla, pero cada vez que editas una nueva obra tienes el detalle de venir a presentarlo a Morón. ¿Qué supone para ti este gesto?

 

 

Isamar Cabeza: Evidentemente y aunque viva allí, mis raíces siempre estarán enclavadas en el pueblo que me vio crecer desde niña. Presentar aquí supone volver a casa, a sentir el apoyo y el cariño de los que me aprecian. Por mi parte es venir a mostraros mis creaciones con todo el cariño del mundo y siempre ofreciendo lo mejor de mí y lo que mi obra os pueda aportar, teniéndoos como prioridad.

 

Para acabar. Isamar, autora siempre activa, con varios proyectos en las manos. ¿Nos puedes desvelar alguno de tus futuros proyectos?

 

Isamar Cabeza: Pues no lo sé exactamente, tengo un poemario terminado y otro por concluir, amén de una obra de teatro que tengo muchas ganas de editar y una novela histórica de la que estoy, literalmente, enamorada de su trama y de sus personajes. Fue la segunda novela que escribí y disfruté mucho al hacerlo. Mi intención es editar esta novela, no sé cuándo será, pero está entre mis prioridades.

 

 

 

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